jueves, 9 de febrero de 2012

Pezones planos e invertidos, y la lactancia


Pezones planos o invertidos y lactancia

Como ya comenté al hablar de las temidas grietas, los pezones planos o invertidos NO son impedimento para la lactancia.


Por pezón plano se entiende el que no sobresale cuando la mujer tiene frío, está excitada o por estimulación. Y por pezón invertido el que se hunde hacia dentro en lugar de salir hacia fuera.

En ninguno de los dos casos está contraindicada la lactancia. OJO, es aquí donde los profesionales de la salud deben aconsejar bien, y donde la propia mamá debe saber que sí puede. ¿Por qué? Porque ya se sabe desde hace tiempo que los pezones no representan un papel primordial  en la fisiología de la lactancia, sino que es el trabajo de la lengua del bebé sobre la areola lo que hace extraer la leche. No se mama del pezón, se mama de la areola.

La mayoría de las mujeres con pezones planos o invertidos consiguen la lactancia sin mayor problema.

Embarazo
No hay que hacer nada especial para preparar los pechos/pezones para la lactancia. Déjalo todo en manos de la naturaleza. Las prácticas que a veces se recomendaban (parece que, por suerte, ya no es frecuente, en nuestro medio, encontrar profesionales que recomienden esta antigua práctica) son perjudiciales. NO hay que frotarlos, ni restregarlos con nada. (¿Sabes que antes de decía de frotar los pezones con un cepillo de uñas? ¡¡Imagínate qué dolor!!) Más frecuente es lo del alcohol con glicerina, que eso como ya he comentado lo he vivido. También otros tipos de aceites y mejunjes varios, según zonas. Estos productos resecan la piel y conseguimos el efecto contrario al deseado: predisponerlos para heridas, grietas y dolor. No hay tampoco que lavarlos de forma especial. Basta con la higiene diaria. Incluso es mejor saltarse los pezones y dejar que las glándulas de Montgomery hagan su función natural de lubrificación de la areola y pezón.

Lo único que sí es recomendable es que les dé el aire y un poco el sol.

Los formadores de pezones teóricamente se usan durante el embarazo para corregir los pezones invertidos. No funcionan, incluso pueden llegar a ser contraproducentes. (En el estudio de Alexander JM1 varias madres decidieron no dar el pecho por el engorro que suponía usar los formadores). Todos los estudios a este respecto concluyen que no hay que preparar los pezones de ningún modo y que el hacerlo reduce las posibilidades de una lactancia exitosa.

La mujer con pezón invertido necesite quizá un poco más de ayuda en el inicio y tal vez algo más de paciencia. De ahí la importancia de que ya en el embarazo nos informemos y contactemos con nuestro grupo de apoyo. Una asesora de lactancia puede ayudarte desde el minuto uno.

Aunque la madre puede necesitar más ayuda, apoyo y paciencia, la lactancia va a depender más de la flexibilidad del conjunto areola-pezón y no sólo del pezón. Con un pecho dúctil, aun con el pezón umbilicado, si el pecho es capaz de moldearse en la boca del bebé no tiene por qué surgir problema alguno. La lactancia no se contraindica, pero conseguir un agarre correcto puede ser dificultoso. De nuevo la asesora te echará una mano. Las estrategias a seguir:

·  La importancia de UN  BUEN PARTO: sin intervención médica, anestesias, protocolos de separación innecesarios…

·      La primera hora es importante. Las dos primeras horas el bebé está activo y despierto con todos sus instintos alerta. Luego, alrededor de las dos horas, entra en un periodo de letargo que puede durar hasta 24 horas. Si no ha iniciado la lactancia en esa primera hora o dos horas, es muy difícil que la inicie después, cuando está adormilado.

·       Supervisión y ayuda de la primera toma. Si lo hace bien la primera vez es fácil que lo haga bien siempre.

·     Nada de interferencias ni chupetes ni biberones, etc. Confunden al bebé siempre, pero en el caso de un pezón plano o invertido, más aún. ¡¡No se parece en nada un pezón plano a una tetina!!

·    Piel con piel y posiciones biológicas. Agarre espontáneo. Semi-sentada, reclinada hacia atrás ponte al bebé boca abajo encima de ti con la cabecita entre tus pechos. No le sujetes más que lo justo para que no se vaya a los lados. Los dos sin ropa el bebé irá oliendo y guiándose por instinto, cabeceando, golpeando con la barbilla, “gateando” sobre ti hasta elegir un pecho. Si dejamos que lo hagan solos, lo hacen bien. Puede tardar hasta 40 minutos, pero algunos no tardan nada. Las posturas ventrales son las que adoptan instintivamente todas las crías de primates para mamar. Se ha comprobado que los bebés pueden mamar con eficacia y sin dañar a su madre en esta posición aunque tengan problemas con la succión.

·       Enganchar al bebé primero a la parte inferior del pecho, lo más lejos posible de la unión pezón-areola para que así coja más areola dentro de su boca y abra más la boca.

·      Puedes sujetar el pecho en forma de “C” o de” U” sin que los dedos entorpezcan el agarre del niño para ayudarle a meter más la areola en la boca.

·      Puedes estimular el pezón de forma táctil, incluso con un hielo, o con el extractor justo antes de la toma.

·        Existen en el mercado unos sacapezones, tipo Niplette o el de Chicco que pueden venir bien en un momento dado. Como asesora prefiero recomendar el sencillo truco de la jeringa cortada. Pero como hemos dicho ya, no los usaremos en el embarazo, sólo como mucho justo antes de la toma para ayudar a sacar un poco el pezón, lo justo para que el bebé se agarre. En poco tiempo el bebé acaba sacando el pezón. He visto muchos pezones invertidos que con el reflejo de oxitocina salían solos en cuanto la madre cogía al bebé. ¡Maravillas de la naturaleza! Y he visto pezones invertidos, que pareciera que nunca iban a salir, que después de unas semanas de lactancia ya no volvieron a esconderse J.



La jeringa cortada: se puede realizar el vacío en el pezón con una jeringuilla de 20cc (podría ser de 10, según el ancho del pezón) a la que cortamos la punta. Invertimos el émbolo y hacemos la succión muy suavemente justo antes de la toma manteniendo unos segundos y regresando el émbolo a la posición de inicio antes de retirar la jeringa.



Estos son algunos de los formadores que hay hoy en el mercado:















El verdadero problema podría darse (pero esto no ocurre siempre afortunadamente) en los pezones realmente invertidos, es decir, aquellos que se hunden hacia dentro o desaparecen dentro de la areola cuando se intentan sacar: pezones umbilicados. Los filamentos musculares que hacen que salga el pezón no existen o son muy cortos. En este caso puede ser muy doloroso y provocar heridas. Aquí necesitaríamos mucho apoyo desde el principio y una madre muy motivada. Aún así no siempre se consigue…

Por último están las famosas pezoneras. Las pezoneras crean succión ineficaz, confusión de pezón, escaso aumento de peso, abandono de la lactancia. Pocas veces vemos a madres que den pecho con pezonera durante varios meses, porque normalmente lo que ocurre es que la madre o quita la pezonera o deja la lactancia.

Sólo se han de recomendar como medida transitoria y en ocasiones justificadas, donde quien debe valorarlo es la asesora de lactancia, que hará un seguimiento e indicará cuándo y cómo quitarlas. Y desde luego han de ser las adecuadas, finas y de la talla justa. No todas las casas comerciales las hacen con tallas. No vale cualquiera.

Añadir que si el pezón invertido o plano fuera sólo uno, tampoco sería un problema hacer la lactancia de un solo pecho.
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1 El estudio mencionado es Alexander JM, Grant AM, Campbell MJ. Randomised controlled trial of breast shell and Hoffman's exercises for inverted and non-protactile nipples. BMJ 1992;304:1030-2

Que puedes ver aquí:



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